Cuento que me descubrió una de las mamas de mi aula; me lo dejó unos días y tuve que comprarle. A los niños/as les encantó.
Cuando leí este cuento por primera vez, me pareció un cuento "como los de antes". Sencillo y muy, muy tierno (aprovecharemos para recordar la ternura como emoción trabajada en nuestro Proyecto emocionario). En fin, ¡que me encantó!. Además, tiene unas ilustraciones
preciosas y que nos revelan a la perfección las emociones tanto del
lobo como de la ovejita. ¡Podrían transmitirse aún sin texto! Como
valores, destacan la amistad, la solidaridad y la necesidad de ayudar a los más débiles. Y como emoción principal, lo he comentado anteriormente: la ternura.
Y es que, si recordarmos nuestro emocionario, dice en una de sus
frases: "Sentimos ternura ante personas, seres y objetos indefensos o
que no parecen amenazadores".
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